Una reflexión muy pertinente de Jaime Avilés:
Cuando Diego Fernández de Cevallos escribió, hace días en Milenio, que la alianza del PAN con el PRD “es para sacar al PRI de Los Pinos pero también contra AMLO”, quedó claro que en la pandilla gobernante reina la confusión. Están estupefactos ante el fenómeno político detonado por la maestra Delfina.
Cuando el servicio Google News —ése, el que publica noticias en los teléfonos celulares— repitió durante cinco semanas consecutivas un miserable artículo de Héctor de Mauleón contra la maestra Delfina, quedó claro que, además, la pandilla gobernante está desesperada.
Cuando Héctor Aguilar Camín salió anteayer en la tele, manoteando y exigiendo la renuncia de Chong y del director de Pemex, por el saqueo de las gasolinas, pero también la renuncia de Javier Corral por el asesinato de la reportera Miroslava Breach, y de nuevo la de Chong por la ejecución de “dos pilares del periodismo mexicano”, quedó claro que además de desesperada y atónita, la pandilla gobernante está insatisfecha.
Cuando la oficina de prensa de Los Pinos anunció, sin bombo ni mucho menos platillo, que el presidente de la república mexicana viajará a Guatemala el lunes 5 de junio y regresará el martes 6, quedó claro que ante las elecciones del próximo domingo en cuatro estados (ninguno de los cuales ganará el PRI) Peña Nieto ha reservado un escondite más grande que el baño de la Ibero.
¿Por qué se va del país? ¿Por qué a Guatemala? ¿Por qué considera que es el momento indicado para “acelerar” la extradición de Javier Duarte y hacerle, sin duda, una visita íntima? ¿Para ponerse de acuerdo? ¿Acerca de qué? ¿Por qué no lo extraditó antes? ¿Por qué no se atrevió a exhibirlo como trofeo de campaña?
¿De qué pretende huir Peña Nieto? ¿A qué teme? ¿Al éxito de sus planes fraudulentos o a que fracasen? Este sábado 3 de junio, un día antes de los procesos electorales, la Procuraduría General de la República (la PGR, pero de Brasil) acusará formalmente a Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y ex directivos de Pemex por haber aceptado millonarios sobornos de Odebrecht, para construir la planta Etileno II en el estado de Veracruz.
Peña Nieto ya no es el salvador de México (según dijo Times), nunca fue, como prometió, el salvador de España. En España los tribunales están investigando a Juan Miguel Villar Mil, accionista mayoritario de OHL, empresa que ha sobornado de villarmil maneras al grupo político de Peña Nieto y, a cambio, ha obtenido, solamente en nuestro país, 42 por ciento de sus ganancias mundiales.
Involucrado con Calderón y Fox en el escándalo de Odebrecht, no lejos de ser señalado por su complicidad con OHL, empresa que financió al Partido Popular, el de Mariano Rajoy, con un millón 800 mil euros de origen desconocido, a Peña Nieto lo espera, también, el juicio que a finales de año se celebrará en la Corte Interamericana de la OEA por la “tortura sexual” que sufrieron once mujeres durante la sangrienta represión de Atenco, en mayo de 2006, que dejó un saldo de dos muertos, numerosos heridos y presos.
Mediocre en todos los aspectos de su desempeño, egoísta que no ha hecho sino negocios en su propio beneficio, irresponsable que sólo ha causado pobreza, dolor y sufrimiento (¡nómbrese una sola medida benéfica!), Peña Nieto sabe que su Plan de Batalla en el Edomex fracasó de antemano.
Gracias a la fuga de información que brota a chorros desde el gobierno mexiquense, Andrés Manuel López Obrador ha revelado, una por una, las etapas, las características y las estrategias de una operación en la que, tanto los mapaches priístas como el lumpenaje del PRD, actuarán como “maestros” y los que vendan su voto se identificarán como “alumnos”. ¿A quién se le pudo haber ocurrido esa perversa nomenclatura? ¿A Aurelio Nuño, titular de la SEP? Quizá fue idea del pederasta de Yunes.
A partir de hoy, de acuerdo con la primicia ofrecida por AMLO, empezarán a llegar al aeropuerto de Toluca maletas de dinero de los estados de Chiapas y Yucatán, entre otros, destinadas a los compradores de votos, que serán coordinados en zonas claves del Edomex por el secretario de Salud, José Narro Robles, el de Educación, el de Desarrollo Social (que apenas sabe hablar), y sin duda, en un plano más discreto, por Rosario Robles y gente de esa calaña (Ochoa Reza et al).
Este domingo, sin lugar a dudas, el PRI echará a andar su poderosa maquinaria para comprar muertos de hambre. En 2011, Eruviel Ávila ganó con tres millones de votos. Alfredo del Mazo no superará a la maestra Delfina, ni con los “alumnos” que corrompa el PRI, ni con los votos que le regalarán el PAN y el PRD, ni con aquellos que anularán las “autoridades”, ni con los que desaparezcan en las casillas que reviente Antorcha Campesina.
A pesar de todas las trampas, a Del Mazo no le alcanzará el fraude. Primer lugar nacional en feminicidios, infierno en donde ocho de cada 10 familias han sido víctimas de un asalto, el Edomex tiene en su territorio siete de los 50 municipios más violentos del país (Ecatepec, Nezahualcóyotol, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Naucalpan, Tultitlán, Tecamac) y la policía más brutal y corrupta.
Poco antes de que empezaran las campaña electorales, Peña Nieto invitó a tomar un chocolate en Los Pinos a los obispos del Edomex (uno de los cuales, que por cierto no asistió a esa reunión, será el sucesor de Norberto Rivera). “Quiero pedirles un gran favor”, les dijo. “Ayúdenme a que gane mi primo.” Cambiando de color, los purpurados le respondieron así: “Señor presidente, no podemos mentir: estamos con la maestra Delfina”.
Más de 200 capitanes de empresa, constructores desplazados por OHL, industriales hartos de los asaltos y las pérdidas, trabajadores agremiados en la CNTE, el SNTE, el sindicato de profesores mexiquenses, empleados del Metro del DF, campesinos del lago de Texcoco que se oponen al nuevo aeropuerto, pueblos indios que perdieron sus bosques por las obras de OHL, colectivos feministas, defensores de derechos humanos, amas de casa, padres de familia, choferes y pasajeros del transporte público, amplias capas de la clase media que no necesita vender su voto, una coalición gigantesca de organizaciones sociales, más los militantes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, darán a la maestra Delfina la victoria más rotunda.
Por eso Diego Fernández escribe las sandeces que escribe sobre la alianza PAN-PRD contra el PRI (mientras PRI y PAN se alían en el Congreso para negar toda forma de colaboración con la PGR de Brasil); pero también por eso Pepe Cárdenas (director del servicio Google News) ha publicado cinco semanas seguidas el miserable artículo de Mauleón “Una cena con Delfina“; por eso Aguilar Camín pide renuncias a diestra y siniestra, por eso Gómez Leyva implora como un heroinómano desesperado por una dosis: “¡Dame una sola prueba de la corrupción de Peña Nieto!”, y por todo eso y mucho más Morena arrasará en el Edomex, crecerá exponencialmente en Veracruz y competirá dignamente en Nayarit y Coahuila.
Saludos.