jueves, 31 de marzo de 2016

"Moratoria" @ Facultad de Ciencias de la Conducta (UAEMex)



El martes 29 de marzo, acompañado por el Dr. Alfredo Díaz y Serna, Profesor de Tiempo completo y Cronista de la Fa.Ci.Co., se realizó la presentación de "Moratoria" en lo que es mi antiguo espacio laboral y académico.



Esta fue la primera vez que se presentó mi libro frente a una comunidad distinta a la artística, y que se generó un debate muy diferente tanto sobre los temas que abordo en mi libro como sobre lo que significa leer y escribir.



Las referencias a la neurosis, a la perversión, a la pasión y al deseo no se hicieron esperar en los comentarios de los presentes. Pero, también se reflexionó sobre la identidad, la migración y el mundo globalizado.



Después de la presentación, los asistentes pudieron adquirir el libro, y llevarse una dedicatoria (además de mi firma en japonés).





Agradezco, de manera pública, a todos los presentes, por haberme acompañado en la primera presentación del año en curso.


Saludos.

Palabras del Dr. Alfredo Díaz y Serna sobre "Moratoria"




Moratoria: posiciones, yuxtaposiciones, trazos y trizas escriturales
Alfredo Díaz y Serna[1]

En mi contemplación, en ese afán de dirigir mi mirada hacia adentro, navego, escribo, deambulo en el mundo de la sombra, de los significados escondidos. Transito en el lugar de mis pensamientos, acudo al rincón de los recuerdos, y en ese vaivén, en ese mecer, de pronto una invitación inusitada y presurosa para comentar en público del poemario de Christian E. Hernández. Sorpresa, al tiempo complacencia y agrado por participar en el acto religioso de encadenar pensamientos sesudos, extraviados, cínicos, con las puertas y las ventanas abiertas de par en par, para no sólo atisbar, sino contemplar, el arcón de sentimientos y emociones prestas para mitrar sus encajes, nudos y ojales, en el entretejido de pecaminosos contenidos. Presente moralidad, moral laxa, taciturna.
Soy un hombre, sin mujer, insatisfecho. No soy feliz porque el amor es lo último que tengo. Hace mucho que alejé del tejado a las palomas: perdí a mis niñas, las putas ya se casaron, mis amigas se cansaron de acosarme, no encuentro ninfas, y la desesperación por sentir, de nuevo, ese calor, salta a mis venas.

Presto doy lectura al trabajo de Christian. La resulta de la interpretación por mí elaborada se encuentra vehicularizada en el discurso escrito para el público aquí presente. Esta encomienda es una actividad riesgosa. Por momentos, en la lectura, pierdo el hilo. Después, discurro en mi empeño de lectura, dando traspiés a cada rato. Mis convicciones se mueven, se aflojan frente a las que el autor plantea. Me conmueven, me sacan de mi sitio de confort e indolencia.
A lo largo de mi vida, he sido un niño. En mi tiempo libre, he jugado a imitar el mundo adulto. No me arrepiento de haber salvaguardado mi alma. Después de eyacular en el vientre de una chica que contaba trece años, me di cuenta cómo era ser un niño chiquito en realidad. Hasta ahora, el FBI no ha encontrado evidencia suficiente para levantarme cargos: abuso sexual infantil, violación por equiparación, estupro...

Los arrebatos del autor no significan algo para mí por el convencimiento de sus argumentos, pero sí por la fuerza de la pasión puesta en su escritura. Tampoco, lo abyecto de su verso libre, que come sus deseos, añoranzas y, principalmente, las proximidades rememoradas hechas carne, hechas piel, caricia.
Amor: estoy muriendo por ti, de sed por ti, de amor por ti, de hambre y de calor, por la falta del frío circular de tus caderas por mis huesos. Necesito de tus manos y un pie para ponerte a salvo las espaldas. Necesito de tu cuerpo para quemar tus quince años. [...] Son las cinco de la tarde con quince minutos y necesito de ti y tu saliva sobre mí. Llegarás tarde, mi amor, tan sólo llega. No sé si para cuando vengas, aún estaré contigo, espiritualmente esperando por ti. Ayer tuvimos sexo oral y no puedo sacar de mi cabeza la imagen de tu cabello castaño en mi regazo, provocando la salida de mi líquido, la miel turbia, la dulce miel. Sobre las escaleras que llevan a tu casa, doce peldaños que llevan a tu habitación, nos besamos, magreamos, chupeteamos, como sólo los hijos de Caín pueden hacerlo.

El pecado, la culpa, transitan entre los espacios de los párrafos, de las palabras, de las letras. No se esconden. Están presentes desde el papel de fondo de la escritura.
Hay una expectación, luego un espasmo, al enfrentarme a la lectura, a la voz escrita de un autor que escribe para que alguien lo lea, lo escuche. Sorprendido de la extrañeza con que el autor expresa sus cotidianos sentimientos, me presento ante ellos sin estrategia alguna de lectura. Voy directo, sin tapujos, ni nudos borromeos de supuesta crítica. Al tratarse de poesía, dejo guardada mi armadura argumentativa, voy con el pecho abierto para la emoción.
En las palabras, las cosas y las acciones que Christian nos cuenta, entreveo, entre escucho, el sonar de palabras huecas y llenas, con resonancias y ecos que nombran lugares, lúdicos, lúbricos. Límites fronterizos se cruzan, entremeten, se penetran, en un cúmulo de intrincados significantes.
Japón se me abre como un melocotón al gusto: Momoiro Bookmark, ADULAS Tgp, Rorita-picts: se entrometen en mi amor social, intervienen en mi vida de pareja.

Ayer no hice el amor. Ayer me masturbé salvajemente: la cabeza apoyada en la pantalla del ordenador, liberando la tensión a borbotones. Opté por los chiquillos de la red. Después de dar click en Usama Bin Laden’s cruel pornophilia.

El autor nos hace pasar los límites de las fronteras geográficas, éticas, de la bivocalidad, de su plática consigo mismo, y de la heteroglosia de sus divisiones que se van, rebotan, en ese monólogo que parece no escucharse, pero que está allí vociferando.
- Sólo a través de ti, puedo decidir mi vida -dijo el muchacho enamorado, y tras desenvainar la espada corta, abrió de un tajo su vientre, imitando a Yukio Mishima.
Después de aquella tarde frente al televisor, me abracé a la cintura de Valeria y le dije:
- Alguna vez me dieron ganas de hacer lo mismo.

No están fijas las fronteras de su cotidianidad, de cierta pesadumbre que le causan sus propias palabras, que no le molestan más que su precario equilibrio frente a su máscara de soledad que se antepone a sí mismo.
De nuevo en México/ busco a la chica que me hizo feliz antes de salir de viaje/ (no está disponible)/ por eso enfurezco/ corro/ lloro/ termino por aceptar que tiene novio/ y grito con desesperación la letra de alguna canción en japonés/ para que los hablantes hispanos no sepan de mi dolor/ de mi tristeza/
En México no hay karaoke/ por eso enloquezco/ me salgo de clases y bebo tequila/ acompañado de personas a las que termino por llamar amigos...

Esa paradoja remueve mis fronteras: me obliga a dudar de mi pensar, de el tiempo, el espacio y de la función y campo de la palabra. En su abrupta escritura, identifico la liminalidad del estar quieto y del moverse, la añoranza bipartita de lejanía y cercanía, de pecado, placer y delito.
¿Por qué hablo en primera persona? Porque tengo el encargo de interpretar la urdimbre de su texto, que ha sido afectado, que me afecta, que me conmueve y hasta me obliga a mentir, a traicionar al escritor, a la escritura y a mí mismo. Conmovido por la verificación dicha, escrita, ahí me quedo, la reflexión vendrá después.
A este narrador que gesticula y articula, le escucho reclamo, lamentaciones. Escucho desde él, quejidos desde los huesos y del pene que han hecho costumbre, que generan, sostenidos en esperanzas, en anhelos. Pero, advierto, el autor miente o al menos dice algunas palabras por otras, hace juegos de abalorios, juega con el silabario.
La gente dice que amar es volcarse
virar hacia la mar
precipitarse
gaviotas heridas que van hacia el fondo del mar
entre las olas
centellos de plumas salvajes... (de “Kokoro kamikaze”)

Otra vez, la liminidad, la ironía, el juego de las paradojas, de la duplicación de sentidos, de la bivocalidad, y la parodia, abren en mí límites de comprensión, donde me regocijo por lo carnavalesco, por ese empeño constante del autor a derrumbar las convicciones más arraigadas.
En el centro comercial, las personas simulan seguir un patrón establecido: solteras hermosas, solteros radiantes, parejas unidas, familias felices, niños juiciosos e hiperactivos. Compra un producto y adquiere un estilo de vida: no es la televisión, es tu monotonía; no es la computadora, es tu falta de conocimiento; no es el automóvil, es tu falta de independencia; no es el teléfono celular, es tu miedo a la soledad.
He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura”, confesaba Allen Ginsberg en Howl. Las mejores mentes de la mía han sido absorbidas por el sistema burgués.

La fractalidad en su sistema escritural no deja apuntar en su calidoscópica conjunción al vínculo de una unidad universal, no dicha, expresada en el disimulo. Conforme avanzo en la lectura, descubro la coherencia: por ahí, escondido subrepticiamente, se suma algún convencionalismo en el armado de cada tema, el cual le da coherencia-ligazón-congruencia. Incongruencia del discurrir del verso.
No me extraña la autoreferencialidad como atalaya, mezcla de música barroca, hard core, rythm and poetry, alarido de acordes jazzísticos, de vez en vez, armonías suaves, rítmicas. Una híbrida versificación que realiza el autor con displicencia.
Otra de sus cartas bajo la manga es la ironía. La transversalidad de la misma está presente en su escritura. Propuesta por acceder a nuevos lenguajes no creados, emergentes, distantes de sus antecesores y antecedentes literarios.
Han pasado más de once años desde aquellos relámpagos de agosto, y me doy cuenta que, de manera fatal, mis profesores de El Colegio de México erraron: no era la pedofilia lo que defendí a capa y espada, tanto en México como en Japón, sino el derecho a vivir y disfrutar del mundo pop.

De mi parte, en la dificultad de interpretación del poemario de Christian, de inicio me di a la tarea de inquirir, de buscar lo oculto de las intelecciones y emociones expresadas por el autor. Lo dicho o mal dicho en mi interlocución lo hago desde mi intersubjetividad y del efecto causado por el texto literario. En el fondo, permite entrever, en su estructura, dejos de hibridación cultural, acomodados en anárquico ordenamiento. Al fin, la presencia de un decir abigarrado de emociones.


[1]    Doctor en Educación, Especialista en Comunicación Educativa, Licenciado en Psicología, Profesor de Tiempo Completo y Cronista de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México. Ha publicado las crónicas Mis cuatro mujeres (UAEMex, 2014), Crónica de los olvidos (UAEMex, 2014), Crónica del movimiento del 68. Derechos humanos (UAEMex, 2015), Palabras, palabras y más palabras. Crónica de la cotidianidad insitu (UAEMex, 2015).

domingo, 27 de marzo de 2016

La importancia de decir "esto es una mierda" #BatmanvsSuperman



Hace un par de meses, decidí ir a ver al cine Zootopia, la última película de la corporación Disney, pese a detestar el estilo de las películas de Disney, y pese a tener dudas sobre si sería buena idea ver una película más protagonizada por animales parlantes. El filme superó mis expectativas de manera positiva: no solo fue un buen entretenimiento sino, incluso, me gustó tanto que, ahora, espero una segunda parte.

Tanto en portales de Internet como en las redes sociales, descubrí con agrado la opinión de otros espectadores de Zootopia, quienes alababan diversos aspectos de la película, e incluso, le llamaban "un filme inteligente".

La consagración de la película de Disney, por parte de la crítica, vino con la calificación otorgada por el portal Rotten Tomatoes: 99 de 100 puntos. Aprobación en general.



Después de su estreno, Batman v Superman no corrió con la misma suerte. Casi de inmediato, surgieron en Internet voces que llamaban a la película "un asco", "la peor película de Superman o Batman", "una historia confusa y aburrida" y "una obra visual mal armada". Incluso, Jorge Grajales, crítico de cine mexicano y entusiasta de la cultura popular alrededor de DC y Marvel, llegó a escribir lo siguiente:

Al cabo de un rato de haber comenzado la película, me doy cuenta de la posibilidad de haberme equivocado de sala. ¿Era Dioses de Egipto, Un Hombre Irracional o La Resurrección de Cristo lo que estaba viendo? La constante alusión a Dioses en medio de un aluvión de parcas y penosas imágenes por computadora - en donde hay cabida hasta para lluvia digital ¡lluvia digital! - me hizo pensar en la primera película. Pero lo irracional del comportamiento de todos los personajes me hizo pensar que veía no Un Hombre Irracional sino Un Superhombre Irracional, más la constante, machacante y exasperante referencia religiosa - hecha con toda la sutileza de un toro loco suelto en cristalería fina - practicamente me confirmaba que esto era La Resurrección de Cristo o una película de Paco del Toro, sobre todo por la torpeza narrativa. Una torpeza supina que confunde el simbolismo y el subtexto con la cansina exposición exhibicionista una y otra vez a manera de trama. Se necesita ser muy torpe para hacer una película de espectáculo y entretenimiento sin espectáculo ni entretenimiento. Pero Zach Snyder lo logra con creces. Si algo se salva para mí de este triste taquillazo mal manufacturado es sin duda la actuación de Ben Affleck como el Batman y Bruce Wayne definitivo. Salvado de los raspones sale también Jeremy Irons como Alfred. Emocionante sería el momento donde aparece La Mujer Maravilla, de no haber sido arruinado en los avances. De hecho toda la película prácticamente ya había sido contada en ellos. El mayor pecado de esta ruidosa alegoría religiosa es quererla vender como un bote de rico, sabroso y delicioso helado, cuando lo que tiene adentro el bote son frijoles (acedos además). Al terminar la película, en la sala imperó el silencio. Ese silencio de pasmosa desilusión. Fue entonces que me di cuenta que no había visto ninguna película y que en realidad los anuncios comerciales no habían terminado. Este es un gigantesco, descarado y desalmado comercial, un aburrido avance extendido, para la liga de la justicia. Lo que hace Marvel en sus películas en las escenas post-créditos, Warner lo convierte en un lastimero espectáculo de dos horas y media. Un ejercicio fílmico que refleja de manera perfecta la impaciencia de los tiempos que vivimos: Los eventos en la trama no ocurren de manera progresiva, lógica ni orgánica, suceden para avanzar la historia como un videojuego, para llegar al jefe final. Pero un videojuego de los malos. ¿Para qué tomarse el tiempo de contar una historia? ¿Para qué pasar tantos años en presentar a estos personajes de manera que el público se vaya interesando por ellos, que invierta emocionalmente, si podemos meterlos todos de jalón sin ton ni son? Sony hizo algo muy similar con la secuela de El Asombroso Hombre Araña y ya vimos como terminó todo. Y en esta impaciencia por ser la siguiente gran franquicia, el siguiente gran universo interconectado en cine se olvidan las tres grandes reglas de la industria del cine comercial: Entrenimiento, entretenimiento, entretenimiento. Y ya que estamos con tanta alegoría religiosa me permito cerrar con esto: Perdónenlos, no saben lo que hacen...

Tras leerlo, solo pude recordar lo que dijo Jodorowsky en el documental sobre Moebius y aceptar que la superproducción tenía que ser una mierda.



Mis sospechas se confirmaron cuando leí en Artes9, el portal de mi amigo Jose Miguel Alva Marquina, los comentarios del dibujante e historietista mexicano Polo Jasso:

DIEZ razones por las cuales ODIÉ la película Batman V Superman:

1- TARDA MUCHO EN ARRANCAR: Aunque la película empieza de buena manera viendo la destrucción de la ciudad provocada durante el final de Man of Steel desde el punto de vista de Bruce Wayne, los primeros veinte o treinta minutos es una aglomeración de escenas muy rolleras, algunas aportan poco o practicamente nada a la historia. Llegó a un punto en el que creí que la película ya no me iba a entretener para nada, afortunadamente eso no sucedió, pero se tardó mucho. No se preocupen si llegan tarde al cine.

2- ES ABOMINABLEMENTE CONFUSA: Si por mí fuera tomaba unas tijeras y cortaba varios kilómetros de escenas que parece que nomás estan ahí para confundir a la gente. Muchos dirán “es que no entendiste” yo contestaría “es que no supieron explicar”. Aunque me gustó (y mucho) la escena de Batman en un mundo apocalíptico peleando contra un ejército al mando de Superman uno nomás se queda con cara de ¿Que demonios significa esto? ¿Es una pesadilla producto de su paranoia o una visión del futuro que le trajo un viajero en el tiempo? De las dos maneras suena interesante, PERO (En mayúsculas porque es un gran pero) no supieron explicarlo.

3- EL CAMEO DE FLASH: El viajero en el tiempo de quien hablo en el punto numero dos es Flash, Y aparte de la confusión que trae su aparición hay algo que realmente me molestó. El hecho de que no sea el Flash de la TV. No sé, tal vez sea muy quisquilloso, pero si ya tienen a un actor que interpreta a Flash y que ha demostrado ser aceptado y muy querido por el público… ¿Por qué poner a otro actor? ¿Será cosa de los contratos? ¿Un homenaje a lo que hicieron con Quicksilver en las películas de Avengers 2 y X-Men, days of the future-past? Sepa la bola.

4- KEVIN COSTNER: Ya es tradición que Superman tenga una plática con su difunto padre biológico Jor El, esto debido a que posee la mente de su padre kriptoniano salvada un cristal a manera de USB, lo cual es aceptable ya que la tecnología extraterrestre es chingona. Pero…¿Hablar con su padre adoptivo? Eso nunca. Si su padre terrestre muere lo más que puede tener para volver a verlo es una fotografía o un video con los cuales no podría interactuar ni a mentadas de madre. Así que.. ¿Porqué esa escena de Superman platicando con P’a Kent en el Artico? ¿Es un fantasma? ¿Superman también posee la habilidad de hablar con los muertos? ¿Ya de plano se le botó la canica? Nunca se supo que demonios pasó en esa escena.

5- LA TECNOLOGÍA DE KRIPTON ES CHINGONA, PERO…
Algo que siempre he odiado en las películas de ficción, la tecnología extraterrestre es avanzadísima, pero en cuestión de seguridad es pésima. Por lo regular para que funcione una máquina Kriptoniana sólo basta PONER LA MANO. Es todo. En todas las películas es igual, ¿Quieres hacer que la puerta de una nave alienígena se abra o que su motor se encienda o tener acceso a sus computadoras y a todo el conocimiento del Universo? Solo pon la mano en el lugar correcto. Tal vez para variar debas hacer otra cosita aparte como tocar una flautita igual que en Prometeus, clavar un cristal a manera de llave como en Atlantis de Disney, o ponerte las huellas digitales de Zod en los dedulce como en Batman V Superman, pero lo escencial es que pongas la palma de tu mano. Tanta tecnología y no pueden poner un password, una cerradura o una méndiga cadena con candado, (el cual seguramente se abriría, poniendole la pinche mano encima, como de costumbre).

6- CLARK KENT: Aunque me gustó la interpetación de Superman de Cavill, su interpretación como Clark Kent es practicamente inexistente. Muchos dicen que cómo es posible que nadie se de cuenta de que Superman y Clark Kent son la misma persona si la unica diferencia son los lentes, pues porque los lentes no son la única diferencia, también esta la actitud y la forma de hablar. Cristopher Reeve supo como hacer que Clark Kent fuera una completamente diferente a Superman, comportándose de una manera contrastante: debil, torpe, encorvado y soso, alguien a quien nadie quiere prestarle la suficiente atención como para darse cuenta de lo obvio. Henry Cavill no se esforzó en diferenciar sus dos personalidades de ninguna manera.

7- LAS REFERENCIAS A SUPERMAN REGRESA: La película de Superman de Bryan Singer no gustó y por eso decidieron reiniciar la historia. Muy bien, de acuerdo. Borrón y cuenta nueva. Pero si es cuenta nueva porque vuelven a hacer las mismas cosas que pasaron en Superman Regresa? Lex Luthor vuelve a hacer referencia a los dioses mitológicos en un discurso, vuelve a robar tecnología extraterrestre (sí, poniendo la mano encima de la máquina, igual que Kevin Spacey) , Superman vuelve a volar al espacio cargando algo de lo cual se quiere deshacer, Superman vuelve a despedirse de Lois antes de lanzarse a su misión suicida, Vuelve a aparecer el encabezado Superman is Dead, En fin, muchas cosas que no les gustó al principio ahí están otra vez. Decídanse.

8- BATMAN CON PISTOLA: Esto en realidad no lo odio, en lo personal no tengo ningun problema con ver a Batman usando pistola y matando malitos, hasta me parece un buen cambio, pero no todos piensan de la misma forma, de hecho creo que eso fue lo que ocasionó más criticas , en vez de Batman parecía el Big Daddy de la película KICK ASS. Todo eso se habría resuelto muy facilmente con un simple detalle: BALAS DE GOMA. En Dark Knight Return Batman usa balas de goma para dispararle a una pandilla, inutilizándola y evitando una masacre. No creo que hubiese sido muy difícil acoplar ese detalle en la historia. No se porque el “visionario” director Zack Snider no pudo visualizarlo.

9- NO SOLO TARDA EN ARRANCAR, TARDA MUCHO EN TERMINAR: igualito que en la película del Señor de los anillos cuando parece que ya se va a acabar sale otra escena, y cuando crees que ya es la última sale otra, y así y así hasta que se acaba. Muchos ya se habian puesto de pie para irse y la película no los dejaba.

[La razón número 10 no tenía que ver con la película.]

Después de leer al experto, y después de leer al fanboy, una cosa me quedó clara: Batman v Superman es una mierda. No vale la pena ni siquiera descargarla (ilegalmente) de Internet y verla. A diferencia de Disney, Warner Bros. y DC Entertaiment olvidaron cómo crear películas entretenidas, entendibles, que apelen al gusto de los cinéfilos y de los críticos especializados, por igual. Tratan de hacer "cine de arte", y ni cine de entretenimiento logran. Lo mismo ocurre con sus producciones televisivas, de las cuales, la única que se salva es Smallville.



Algunos fanboys dirán que "la película no es tan mala", que "tiene buenas actuaciones", que "es una buena adaptación del cómic" o que "hay que esperar a ver La liga de la justicia" para dar un veredicto definitivo. Rotten Tomatoes, el portal que le dio a Zootopia una calificación de 9.9, le da a Batman v Superman tan solo 2.9. La Internet Movie Database, le da 7.5. La diferencia radica en que, algunos usuarios del segundo portal son bots, es decir, usuarios ficticios creados con el fin de calificar positivamente la película. En pleno siglo XXI, las corporaciones no entienden que, al igual que con los políticos, no se puede defender la mierda.


Saludos.

miércoles, 23 de marzo de 2016

In Search of Moebius (and Jodorowsky)



In Search of Moebius (2007) es un documental producido por la BBC en la que se aborda la obra del dibujante francés Jean Giraud, introduciendo magistralmente los comentarios de otros artistas como Stan Lee, Jim Lee, Mike Mignola, H. R. Giger o Alejandro Jodorowsky.



Pese a ser francés, Moebius tuvo una larga y fructuosa carrera profesional en los Estados Unidos de América. Trabajó para Ridley Scott (en Alien), para la corporación Disney (en Tron) y para Luc Besson (en El quinto elemento). Dentro de la industria del comic book, colaboró con Stan Lee en la saga de Silver Surfer entre 1988 y 1989.



Antes de esto, Moebius había trabajado con Alejandro Jodorowsky en su saga El Incal (1981-1989), obra que dio origen al universo jodorowskiano, el cual, con la migración de Moebius a Los Angeles, California, se vio privado de los lápices del creador francés.



De esta manera, el sistema corporativo estadounidense le quitó a Jodorowsky no sólo la oportunidad de filmar Dune sino, también, la oportunidad de seguir trabajando con Moebius.



Al ser uno de los pocos artistas que no participó en la industria de los comic books estadounidenses, los entrevistadores del documental le preguntan a Alejandro Jodorowsky su opinión sobre los super-héroes de Marvel o DC. La respuesta del Maestro es genial (y contundente):







Saludos.

viernes, 11 de marzo de 2016

¿Qué hacer con el desperdicio nuclear de Fukushima?


http://www.gov-online.go.jp/eng/publicity/book/hlj/index.html

Hace un par de días, la Embajada de Japón en México compartió el enlace a la revista Highlighting Japan Vol. 96, publicación a cargo de la Oficina del Gabinete del Gobierno de Japón, en la que se presume la restauración de las zonas afectadas por el tsunami que azotó la región de Fukushima el 11 de marzo de 2011.



Se supone que dicha publicación tiene carácter informativo. Sin embargo, en ninguna de sus 32 páginas, pude encontrar información sobre el destino que tendrá todo el desperdicio nuclear que se sigue acumulando, no solo en la región de Fukushima sino también, según los propios datos oficiales, en las Prefecturas de Iwate, Miyagi, Ibaraki, Tochigi, Gunma, Saitama y Chiba.



El problema es monumental: más de 9 millones de bolsas plásticas, que superan los 30 millones de toneladas de desperdicios radioactivos.



Hasta el momento, no existe una "estrategia oficial" para manejar el material de desecho radioactivo, ya que, tal como reconocen los mass media japoneses, las propuestas gubernamentales para trasladar el desperdicio a ciudades como Tokyo, Osaka u Okinawa, han sido rechazadas no solo por los activistas locales sino, incluso, por académicos locales y extranjeros.



A esto se suman las recientes declaraciones del Ministerio de Economía en las que se admite que la descontaminación de Fukushima aún no ha terminado, y podría tomar hasta 40 años más. Es decir, que durante los próximos 40 años, seguirán generándose más y más desechos radioactivos.



Saludos.

martes, 1 de marzo de 2016

高浜発電所 ¿Un nuevo Fukushima? Problemas con la Planta nuclear de Takahama



El 26 de febrero del presente año, los mass media japoneses anunciaron la inminente reactivación del Reactor No. 4 de la Planta de energía nuclear Takahama, el cual había estado apagado desde febrero de 2012, cuando la Kansai Electric Power Co. anunció la suspensión de operaciones de los cuatro reactores de la planta debido a labores de mantenimiento. El Reactor No. 3 había sido el primero en reactivarse, el 29 de enero de 2016, y se anunciaba para el 27 de febrero, la reactivación del Reactor No. 4.



Desde el desastre nuclear de Fukushima, en 2011, todos los reactores nucleares de Japón habían sido apagados, por orden judicial, y habían sido sometidos a inspecciones de seguridad. Sin embargo, en 2013, la Kansai Electric Power Co. decidió re-iniciar el funcionamiento de la planta nuclear de Takahama. Pero, en abril de 2015, la Suprema Corte de Justicia ordenó que los rectores se mantuvieran apagados, sucitando una controversia judicial, puesto que la Corte de Distrito de Fukui había otorgado el permiso para que siguieran funcionando.



El apoyo de la Corte de Distrito de Fukui puede entenderse debido a la derrama económica que implica tener un reactor nuclear en funciones en su territorio.



Mientras que otras prefecturas han decidido impedir la reactivación de los reactores nucleares que se encuentran en sus límites políticos, la prefectura de Fukui ha permitido la continuación de funciones de las plantas nucleares debido a los ingresos que las administraciones municipales reciben por concepto de generación de energía eléctrica.



Así, pues, la Kansai Electric Power Co. había operado la planta nuclear de Takahama, desde finales de enero de 2016, utilizando solamente el Reactor No. 3.



El 23 de febrero, mientras realizaban la carga del combustible MOX en el Reactor No. 4, se sucitó una fuga de agua radioactiva que hizo pensar a muchos que el reactor aún no estaba en condiciones para ser operado.



El 29 de febrero, a las 14:00 horas, se dio inicio a la reactivación del Reactor No. 4, y para sorpresa de propios y extraños, ocurrieron una serie de problemas técnicos que fueron transmitidos, en directo, por la televisión.


高浜4号機緊急停止20160229houdoustation por gomizeromirai

En el video que se presenta, aquí arriba, queda en evidencia la desorganización y el desorden que impera entre los responsables de operar el Reactor No. 4. Los mismos que mandan a detener la grabación de las cámaras de televisión, provocando con ello, un acto de censura.



Pese a las porras que ha recibido la reactivación de la planta nuclear de Takahama, es claro que la operación de este tipo de centrales implica un riesgo para la seguridad (y la salud) de la población.



Mientras diversos grupos civiles siguen protestando la re-activación de la planta nuclear de Takahama, el fascista Shinzo Abe guarda silencio respecto a este tipo de incidentes, y asegura, como si fuera un lema propagandístico, que Japón está preparado para celebrar las Olimpiadas del 2020.



El hecho es que tanto el material radioactivo de Takahama como el de Fukushima causa cáncer, por lo que cualquier fuga (tanto de vapor como de agua radioactiva) representa un peligro para la salud, no solo de los japoneses, sino de los habitantes del mundo.


Saludos.