domingo, 6 de marzo de 2022

Torreón 2011 - Querétaro 2022: la narcoviolencia infiltrada en el futbol mexicano



Cuánto o qué tan poco ha cambiado México desde aquel domingo 21 de agosto de 2011, cuando pistoleros de Los Zetas a mando de ‘Renato’, "El comandante Borrado", atacaron a tiros a personal de la Policía Municipal de Torreón, Coahuila, apostados a las afueras de Nuevo Estadio Corona (TSM) y, con ello, desataron la histeria entre los asistentes y el resto de la población.

En aquel entonces, se dijo, el comando de Los Zetas que se había enfrentado a tiros con la Policía Muncipal de Torreón "estaba dirigido al jefe de la policía municipal, Adelaido Flores Díaz y no a la población, como se mencionó." Seguramente, los propios narcos se tomaron el tiempo y la molestia de aclararlo, tal como afirmó en su momento el Subsecretario de Gobierno, Juan Marcos Gutiérrez González, exdiputado del PAN y exMagistrado del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

Ahora sabemos, gracias a Netflix y al juicio en contra de Genaro García Luna, que en el momento en que se dio la balacera, Los Zetas se enfrentaban a los ataques armados de 'El Chapo' y el Cartel de Sinaloa.



¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que nos enteremos respecto a los grupos criminales detrás de la supuesta riña ocurrida ayer en el Estadio Corregidora de la Ciudad de Querétaro, Querétaro?

Es de sobra conocido que los integrantes de las barras o porras consumen drogas antes y durante los partidos. Y, también, es de sobra conocido que las autoridades se hacen de la vista gorda y lo toleran. ¿Hasta cuándo? ¿Cuántos muertos más debe de haber para que se de cumplimiento cabal a la Ley General de Salud y se aplique la NOM-028-SSA2-2009 "Para la prevención, tratamiento y control de las adicciones"?

A nadie le conviene aceptar que la supuesta riña del día de ayer tuvo que ver con el narco: ni a los dueños del Querétaro, ligados al Grupo Imagen-Multiva (Grupo Empresarial Ángeles); ni a Yon de Luisa, Presidente de Federación Mexicana de Futbol, ligado al Grupo Televisa; ni al expriísta Mikel Arriola, Presidente de la Liga MX. Hacerlo implicaría abrir la puerta a una investigación a fondo por parte del Gobierno Federal a través de la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República.

La violencia es estructural pero el Estado es quien debe regularla, prevenirla y evitarla. Queda en manos de López Obrador el siguiente movimiento en el tablero. Ojalá sea firme.


Saludos.


Edit. 10 de marzo. Dice Javier Alarcón que Grupo Imagen ya no es el dueño del Querétaro. ¿Quiénes son, entonces, los verdaderos dueños? ¿Por qué la Federación Mexicana de Futbol los obliga a vender la franquicia? ¿La comprará el Grupo Orlegi?



Saludos.