jueves, 5 de enero de 2017

La historia detrás de (la publicación de) "Putos y locos"


http://www.revistamarabunta.com/2016/12/29/putos-y-locos/

Hace años, cuando asistía al Taller de narrativa del Centro Toluqueño de Escritores, Eduardo Osorio y yo discutimos, en un par de sesiones, respecto a si la literatura podía nacer de la política. Mi Maestro opinaba que no. Yo, que había vivido el supuesto "cambio democrático" que representó la victoria electoral de Vicente Fox, así como la liberalización social que significó el triunfo electoral del PAN en Toluca, opinaba que sí.

En esa época, me interesaba construir personajes e historias derivados de situaciones políticas, precisamente porque yo era un producto social de tales circunstancias.

Tiempo después, cuando comencé a estudiar literatura japonesa en El Colegio de México, comprendí que, prácticamente, era imposible desligar la creación literaria de la crítica político-social, y que los autores que prefieren crear literatura apolítica (y ahistórica) resultan poco interesantes.

Después, viajé a Japón becado por la Fundación Japón, y me politicé aún más al ver los contrastes económico-sociales que existían en el archipiélago. En esa época, comencé a escribir este blog (y comencé a meterme en problemas).

Regresé a México en abril de 2007, y tal como hago referencia en Moratoria, viví (de manera intermitente) en la Ciudad de México hasta mediados de 2010. Hasta que, en septiembre de ese mismo año, comencé a trabajar como profesor de asignatura en la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex.

Tal como ya he explicado, algunos compañeros y amigos de la FaCiCo me alentaron a revisar y a actualizar mis textos en vías de poder publicarlos. "Putos y locos" era uno de esos textos. Pero, debido al uso del lenguaje que realizo en dicho texto, fue muy difícil encontrar un espacio para publicarlo.

En aquella época, me enteré de la existencia de Literatura Barata, una revista toluqueña cuyo formato y diseño me gustó. Así, les envié mi texto, y tiempo después, recibí los siguientes dictámenes:







Quedé estupefacto. Pese a que mis dos dictaminadores habían identificado la intensión, así como el uso del lenguaje que se realizaba en el texto, les parecía confuso. ¿Por qué? No lo entendía.

Además, de manera definitiva, rechacé la pretención de redactar una nota introductoria donde explicara la "intensión artística" de mi texto. Por lo tanto, me auto-excluí de colaborar con ellos.

Tiempo después, ya con Moratoria publicado (y presentado), me di cuenta de que varios de mis lectores concordaban con la opinión de aquellos dictaminadores: mis textos les parecían interesantes, pero a la vez, confusos; no entendían por qué escribía lo que escribía, y menos aún, le encontraban "lo artístico" por algún lado.

Por eso, decidí explicar en este blog mis "pretenciones artísticas" detrás de Moratoria, y con ello, arrojar luz a mis lectores respecto a la intención de mis textos.

Sin embargo, también aprendí (de la propia voz de mis lectores) que mi estilo de escritura implica un compromiso personal, porque sin la habilidad para leer "entre líneas", es difícil entender cuál es el sentido de varios de mis textos.

A diferencia de "Japoneses en Acapulco", "Putos y locos" corresponde, precisamente, a los textos que sólo el lector agudo y crítico puede entender.

Desde el año 2010, que fue cuando lo escribí, "Putos y locos" tuvo algunas modificaciones, comenzando por su título (que perdió la palabra "De"). Cada vez que leía una noticia relacionada con la violencia urbana (ya fuera en el Estado o en la Ciudad de México), recordaba la anécdota del apartado 1. En el apartado 2, a sugerencia de mi amigo Demian Marin, añadí "la escena familiar", es decir, la descripción de la manera en que los putos y los locos se reunen para convivir en familia. Y, por supuesto, el apartado 3, hago referencia al conflicto post-electoral del año 2006, en donde los miembros de izquierda acusamos la realización de un fraude en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Quedan allí, las historias y las anécdotas para quien pueda entenderlas.

Agradezco al consejo marabuntiano por su selección, y a los editores de la revista Marabunta, por el espacio.


Saludos.

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