jueves, 12 de enero de 2017

Censura a los chistes sobre la muerte de Luis Carrero Blanco



Según Wikipedia, Luis Carrero Blanco fue un militar español, "figura de confianza" del dictador Francisco Franco, y Presidente del gobierno español del 9 de junio al 20 de diciembre de 1973, fecha en que la organización terrorista ETA, terminó con su vida.



Por supuesto, este atentado fue una respuesta de ETA a las políticas del régimen franquista, en especial, al asesinato de su líder militar Eustakio Mendizabal Benito "Txikia" (quién, por cierto, no cuenta con un artículo en Wikipedia en español).



La muerte de Carrero Blanco marcó el inicio de la transición del poder político en España después de la Guerra civil: tras la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, Juan Carlos I juró frente a las Cortes franquistas su proclama como Rey.



Cuarenta años después del atentado, Cassandra, una española transgénero de 21 años de edad, ganó notoriedad debido a las burlas y chistes que publicó en Twitter sobre el asesinato de Luis Carrero Blanco.



Entre noviembre de 2013 y enero de 2016, la twittera compartió 13 mensajes en los que mencionaba (de manera sarcástica) a Carrero Blanco.



El más famoso de todos, "Spider-man contra Carrero Blanco":



El 10 de enero de 2017, la chica denunció la pretensión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de llevarla a juicio, y pedir hasta dos años y medio de cárcel por sus twits:



Por supuesto, la noticia dio vuelta al mundo, y medios de todos los países comenzaron a preguntarse si en un país "democrático" como lo es España, se encuentra garantizada la libertad de expresión de sus ciudadanos.



Hay que entender, por supuesto, que Cassandra no creó todas esas mofas por sí misma, y que tales burlas no son para nada recientes. No por algo se le conoce a Carrero Blanco como "el primer astronauta español".



Ya en 2014, la Guardia Civil había arrestado a 21 personas por realizar este tipo de bromas en la red social Twitter.



Pero, en 2015, la Audiencia Nacional sentó un precedente judicial al condenar a dieciocho meses de cárcel a otro twittero, Beñat Lasa Fernández, por compartir diversos mensajes en los que se mofaba de la muerte de Carrero Blanco, y mostraba su apoyo a la organización terrorista ETA.



En aquel caso, los jueces determinaron que los comentarios de Lasa Fernández eran prueba suficiente para condenarlo por los delitos "enaltación del terrorismo" y "humillación a las víctimas".



Pero, el caso de Cassandra es diferente: ni ha exaltado a algún grupo terrorista, ni ha llamado a realizar atentados. Sólo ha hecho público su humor negro. Un humor peculiar que, tal como ella misma ha aceptado, no conoce barreras políticas. (Es decir, se burla igual de la Derecha que de la Izquierda.) Para muestra, un botón:



Por todo esto, twitteros de toda España le han expresado su solidaridad. E, incluso, el partido político Izquierda Unida Madrid ha ironizado con la situación:



Desde mi punto de vista, este caso me recuerda a la censura de la revista "El Jueves" por representar de manera paródica a los (en ese entonces) príncipes Felipe y Letizia.



La censura de sus cartones políticos tuvo el efecto contrario: su trabajo se viralizó, llegando a personas que (como yo) nunca los hubiéramos conocido.



Respecto a la línea divisoria entre humor y escarnio, les dejo esta reflexión del cómico español Andreu Buenafuente:



Y eso que España es "la Europa moderna". Ja. Ja.


Saludos.

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