miércoles, 1 de mayo de 2013

Fukushima: los documentales que vienen


A2: los niños de Fukushima con quistes de tiroide y nódulos (2013) Dir. Ian Thomas Ash.


Kakusei: The Fukushima End (2013) Dir. DION.


Radioactivists (2013) Dir. Julia Leser & Clarissa Seidel.


281_Anti nuke (2013) Dir. Adrian Storey.

En un sistema global que regula, restringe y censura la transmición de información incómoda para el sistema político (corporaciones, bancos y gobiernos), acceder a testimonios diferentes a los vertidos en los mass media es una labor difícil que exige un compromiso constante por parte de los ciudadanos y otros actores sociales que simpatizan o se han sumado a diferentes causas.

En el caso del desastre nuclear de Fukushima, es impresionante darse cuenta de la hipocresía del gobierno japonés, encabezado por Abe Shinzo, respecto a las condiciones en las que viven cientos de miles de japoneses, no solo en la Prefectura de Fukushima o en la Región de Tohoku, sino prácticamente en todo el territorio japonés.

Aunado al peligro que representan los complejos nucleares Fukushima Dai-Ichi y Dai-Ni, ahora cientos de miles de japoneses tienen que cuidar que sus alimentos no contengan radioactividad, tal como The Writer of Fukushima ha denunciado.

Aún más, esta radioactividad, ya ha llegado a territorio estadounidense, y al parecer, ninguna autoridad (estadounidense o japonesa) ha tomado acción para evitar un posible envenenamiento masivo por radiación.

A pesar de que, en los diferentes países, la población civil ha comenzado a tomar consciencia de los riesgos para la salud que significa una prolongada exposición a la radioactividad y la ingesta de alimentos con radioactividad, aún no se ha conformado un movimiento global en contra de la utilización de energía nuclear.

Esto es, en parte, porque los mass media globales han omitido señalar todos los daños y las consecuencias que la industria nuclear acarrea, tanto para los seres humanos como para su medio ambiente.

Pero, ahora, gracias al desastre nuclear de Fukushima, y los testimonios de sus diferentes actores, podemos darnos cuenta de cómo es vivir en una sociedad post-apocalipsis nuclear, más allá de las fantasías vertidas en sus productos audiovisuales por las industrias de entretenimiento japonesa y estadounidense.


http://www.facebook.com/281antinuke

Saludos.