jueves, 11 de abril de 2013

La BBC pierde juicio por manipulación de la información sobre los atentados terroristas del 9/11



El día de hoy, Tony Rooke, un cuidadano británico, autor del documental Reasonable Cause: The Britsh Government & Terrorism, ganó el juicio promovido en contra de la BBC, y se salvó de pagar una cuota de 200 libras esterlinas (más de 250 dólares estadounidenses) por concepto de recepción del servicio de dicha televisora.



Tal como lo comenté anteriormente, en mayo de 2002, Tony Rooke, asesorado por varios integrantes del 9/11 Truth Movement, decidió invocar el Artículo 15, Sección 3, de la Ley de Terrorismo de 2000 del Reino Unido, para evitar pagar las cuotas obligatorias que la BBC, por ley, exige a los televidentes británicos.



Por supuesto, el caso de Tony Rooke y su demanda contra la BBC, fue el motivo perfecto para revisar, a la luz de la ciencia, las verdades oficiales del FBI, la CIA y el gobierno estadounidense sobre los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Así como para, también, analizar con ojo crítico la cobertura de dichos eventos por la BBC.



Uno de los argumentos más fuertes y devastadores usados por Tony Rooke, en su demanda, fue el hecho de que, el 11 de septiembre de 2001, la BBC transmitió la noticia del derrumbe del Edificio 7 del World Trade Center, veinte minutos antes de que se viniera abajo:



Dicho reporte ha fortalecido la hipótesis de que la cobertura mediática global de los atentados terroristas del World Trade Center se orquestó y se dirigió desde Washintong. Lo cual sugiere la existencia de un guión pre-establecido que fue mandado con anticipación a los directivos de las televisoras de todo el mundo.



Esta hipótesis se ha fortalecido gracias al trabajo de Simon Shack quien en el documental September Clues ha elaborado un análisis exaustivo del imaginario mediático con el que, todos nosotros, hemos sido engañados:



Tal como lo afirmó Tony Rooke, el día de hoy, tras salir de la corte, ojalá esta victoria judicial sea un punto de partida para que cada vez más ciudadanos, en todo el mundo, comiencen a demandar una investigación científica seria e imparcial que desenmascare las verdades oficiales del gobierno de los Estados Unidos de América, y resuelva, de una vez por todas, qué fue lo que pasó realmente el 11 de septiembre de 2001.


Saludos.

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